Los cambios en el ritmo circadiano pueden ser desencadenantes de ataques de migraña.

por | Abr 28, 2023 | Actualidad

Según un metaanálisis publicado en la revista Neurology, la cefalea en racimos y la migraña están relacionadas con el ritmo circadiano, el reloj interno que regula los procesos corporales.

Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas. Estos procesos naturales responden, principalmente, a la luz y la oscuridad, lo que implica estar más “apagados” y dormir en la noche y estar más activos y despiertos durante el día.

Para llevar a cabo la investigación, se analizaron todos los estudios disponibles sobre la cefalea en racimos y la migraña que abordaban la relación del sistema circadiano, incluyendo datos sobre el momento del día y año en que ocurrían los ataques y estudios sobre si los genes asociados con este reloj biológico son más comunes en los individuos que sufren cefalea. Los investigadores también estudiaron la relación de la cefalea en racimos y la migraña, las hormonas, incluidas el cortisol y la melatonina, y el sistema circadiano.

Los resultados mostraron que estos dos tipos de cefalea primaria son altamente circadianos en varios niveles, especialmente la cefalea en racimos. El doctor Mark Joseph Burish, impulsor del estudio, sugiere que la genética de los desencadenantes, como los cambios en el sueño, pueden provocar migrañas y alteraciones en el ritmo circadiano.

En el caso de la cefalea en racimos, se observó que la influencia del reloj circadiano en los ataques de dolor se producía en un 71% de las personas. Estos eran más frecuentes en primavera y otoño, y alcanzaban su punto máximo desde las últimas horas de la noche hasta las primeras horas de la mañana. En cambio, en la migraña, se encontró un patrón circadiano de ataques en el 50% de los participantes. En este tipo de cefalea, el pico de los ataques se producía durante el día, desde el final de la mañana hasta el atardecer, y el punto mínimo circadiano se encontraba durante la noche donde ocurrían pocos ataques.

Además, tanto la cefalea en racimos como la migraña estaban asociadas con genes circadianos centrales. Las personas con cefalea en racimos tenían niveles más altos de cortisol y niveles más bajos de melatonina que las personas sin ella. Respecto a esto último, las personas con migraña tenían niveles más bajos de melatonina en la orina que las personas que no la sufrían, sobre todo durante el ataque.

Los investigadores han concluido que “estos resultados reflejan la importancia del uso de tratamientos para estas cefaleas basados en el ritmo circadiano, lo que podría incluir la toma de medicamentos en ciertos momentos del día, como tratamientos que provocan cambios circadianos”.

Cabe destacar que el estudio contó con una limitación, ya que no tuvieron en cuenta los factores que podían influir en el ritmo circadiano, como pueden ser los medicamentos, otros problemas de salud como el trastorno bipolar o alteraciones de este reloj como es el que provoca el trabajo en turnos de noche. Así que será necesario seguir investigando en este ámbito de estudio.

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