La migraña es la enfermedad neurológica crónica más común en la práctica clínica, afectando mayoritariamente a las mujeres (80% vs 20%). Su origen se atribuye a factores neurovasculares influidos por la genética del individuo. Para tratar esta enfermedad, disponemos de un arsenal de tratamientos farmacológicos, aunque desgraciadamente, un 30% de los pacientes no responde satisfactoriamente a estos tratamientos. Por esta razón, entre el 30% y el 80% de las personas con migraña buscan opciones no farmacológicas que mejoren el control de la migraña.
Actualmente, existe un creciente interés en el uso de la medicina complementaria asociada a la terapia médica convencional en pacientes con migraña. Hace unos años que se está investigando el uso de nutracéuticos o suplementos herbales/dietarios como complemento para tratar esta enfermedad neurológica. Este tratamiento consiste en administrar al paciente vitaminas, suplementos y preparaciones a base de hierbas. Recientemente, se ha publicado un estudio que ha revisado la evidencia científica disponible para determinar la eficacia de estos tratamientos nutracéuticos (suplementos dietarios, cannabinoides, fitomedicina, intervenciones dietéticas y combinaciones) en la práctica clínica para el manejo de migraña.
Por un lado, el estudio analizó el uso de suplementos dietarios/vitamínicos como la vitamina B2, la vitamina B3, la vitamina B12, la vitamina D, el magnesio, la coenzima Q10, la melatonina y el ácido alfa-lipoico. Estos suplementos dietarios los utilizan frecuentemente los pacientes con migraña crónica, con el objetivo de evitar o reducir los efectos secundarios de los tratamientos. Según el estudio, este tratamiento no farmacológico es de interés creciente entre la población y, posiblemente, está infravalorado.
Respecto al uso medicinal del cannabis, se ha demostrado buenos resultados en pacientes con migrañas crónicas, cefaleas crónicas, cefaleas por abuso de medicación y cefalea en racimos. Sin embargo, se ha comprobado que las dosis bajas de cannabinoides ayudan a mitigar la migraña, mientras que las dosis más altas provocan dolores de cabeza. Por esta razón, los especialistas insisten en que este tratamiento debe ser individualizado para que sea efectivo y seguro.
En cuanto a las intervenciones dietarias, para empezar las personas con migraña deberían evitar el consumo de alimentos que éstos han identificado como desencadenantes de la migraña a través de un diario de síntomas. La dieta baja en grasas es favorable, ya que reduce la frecuencia de uso de medicamentos para tratar la migraña. Los probióticos ayuda a reparar la permeabilidad intestinal y la omega-3 disminuyen la duración de los ataques.
En cuanto a la fitomedicina, la ciencia que estudia los productos vegetales con una finalidad terapéutica, se ha demostrado la eficacia de algunos de ellos en el tratamiento de las migrañas: hipérico, rosa de damasco, coriander, ginkgo biloba, manzanilla, aceite de lavanda, citron syrup, jengibre, orujo de uva, feverfew y petasita.
Por último, se han analizado diferentes combinaciones de vitaminas y suplementos para prevenir las migrañas. Estas son eficaces, ya que disminuyen los parámetros asociados con el dolor o efectos relacionados como las náuseas.
En conclusión, los investigadores del estudio consideran que el uso de tratamientos no farmacológicos como los nutracéuticos o suplementos herbales/dietarios pueden ser efectivos y seguros para el manejo de la migraña. De esta manera, la práctica clínica debería valorar la incorporación de tratamientos complementarios no farmacológicos en pacientes con migraña, debido a las numerosas publicaciones que apoyan esta posibilidad terapéutica.
Fuentes:
- Oportunidades complementarias en el tratamiento de las migrañas. ELSEVIER. DOI: 1016/j.neuarg.2019.08.003