Un estudio vincula el uso de antiácidos con los ataques de migraña

por | Abr 30, 2024 | Actualidad Científica

Varias investigaciones previas han asociado la aparición de migraña y dolor de cabeza intenso con la ingesta de medicamentos antiácidos, especialmente los inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol. No obstante, un reciente estudio ha descubierto una conexión con otros tipos de antiácidos.

El estudio, publicado en la revista Neurology, ha identificado un vínculo entre los inhibidores de la bomba de protones, los bloqueadores de histamina-2, los suplementos antiácidos y la aparición de migraña y dolor de cabeza intenso.

Los datos se extrajeron de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos, recopilados entre 1999 y 2024, se obtuvo una muestra total de más de 11.800 adultos.

En comparación con aquellos que no consumían ningún tipo de antiácido, se observó que el riesgo de padecer migraña y dolor de cabeza intenso aumentaba un 70% para quienes tomaban inhibidores de la bomba de protones, en un 40% para quienes consumían bloqueadores de histamina-2, y en un 30% para los que ingerían antiácidos genéricos. Sin embargo, es importante señalar que estos resultados no establecen una relación de causalidad directa entre el consumo de antiácidos y la aparición de migraña o cefalea intensa, sino que indican una asociación estadística que necesita una investigación más detallada para comprender completamente su naturaleza.

El estudio presenta algunas limitaciones. En primer lugar, los datos extraídos de la encuesta se basan en un período en el que se recetaba poco tratamiento preventivo de migraña y se utilizaban con frecuencia protectores gástricos debido al uso excesivo de antiinflamatorios y otros medicamentos para el dolor de cabeza intenso. Además, no se indagó explícitamente sobre la patología que causaba el dolor de cabeza, ni sobre la frecuencia de los episodios.

Estos resultados sugieren la necesidad de realizar más investigaciones sobre el riesgo de padecer migraña asociada a medicamentos supresores de ácido, así como de determinar si esta relación es de causa-efecto. Además, los datos existentes pueden ser aprovechados para evaluar la asociación entre la prevalencia de la migraña y el uso de terapias de supresión de ácido.

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