El pasado 21 de marzo, desde AEMICE conmemoramos el Día Internacional de la Cefalea en Racimos, bajo el lema «El peor dolor que el ser humano puede soportar», un mensaje con el que queremos destacar una característica fundamental de este tipo de cefalea, la elevada intensidad del dolor y cómo esto impacta en los pacientes que la sufren.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), alrededor de 50.000 personas en España sufren cefalea en racimos. Cada año en España se diagnostican alrededor de 1.000 casos nuevos, principalmente en personas de entre 20 y 40 años, aunque los síntomas pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, desde la infancia y adolescencia hasta edades avanzadas.
Este tipo de cefalea se caracteriza por un dolor extremadamente intenso que ocasiona episodios recurrentes, alrededor del ojo o la sien. Generalmente, este dolor es unilateral, lo que significa que afecta solo un lado de la cabeza. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes (3%-6%) pueden experimentar dolor en ambos lados después de años de padecer la enfermedad.
Otro rasgo distintivo de este tipo de cefalea es que muchos de los ataques ocurren durante la noche, normalmente a la misma hora. Estos ataques pueden durar de 15 minutos a 3 horas y pueden presentarse en grupos o, como su nombre indica, en “racimos”, lo que implica que pueden persistir durante semanas o meses antes de disminuir.
El dolor provocado por estos episodios es tan intenso que los pacientes suelen tener dificultades para permanecer tumbados.
Si los síntomas persisten durante un año o más sin remitir, o con periodos de remisión menores a 3 meses, se considera que la enfermedad se ha vuelto crónica. Según la SEN, hasta el 20% de los pacientes con cefalea en racimos desarrollan cefalea crónica. Además, el 10% de las cefaleas crónicas no responden a los medicamentos pautados por el médico, lo que hace que la enfermedad sea aún más incapacitante.
A diferencia de la migraña y de otros tipos de cefaleas, la cefalea en racimos es más prevalente en hombres, con una proporción de 4:1. Sin embargo, en los últimos años, varios estudios han indicado un cambio en esta proporción; aunque los hombres siguen siendo los más afectados, la cantidad de mujeres diagnosticadas está en aumento, alterando el ratio a 3:1. Curiosamente, investigaciones recientes sugieren que la cefalea en racimos parece ser más severa en mujeres, tanto por la duración y frecuencia de los episodios como por su tendencia a la cronicidad.
En general, se trata de una enfermedad altamente incapacitante, con un 78% de los pacientes experimentando restricciones significativas en su vida diaria y hasta un 44% presentan depresión. Cada año en España se diagnostican alrededor de 1.000 casos nuevos, principalmente en personas de entre 20 y 40 años, aunque los síntomas pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, desde la infancia y adolescencia hasta edades avanzadas.
Desde AEMICE instamos a todos los implicados a facilitar el acceso a todas las opciones terapéuticas indicadas para el tratamiento de este tipo de cefaleas.
FUENTE: Sociedad Española de Neurología