La migraña vestibular (MV) es una condición que combina los síntomas clásicos de la migraña con alteraciones del sistema vestibular, responsable del equilibrio y la percepción espacial. Este sistema, ubicado en el oído interno y conectado al cerebro, regula la estabilidad y orientación en el entono. Cuando se ve afectado, la persona puede experimentar vértigo, inestabilidad o mareos, síntomas que tienden a ser recurrentes y se presentan en episodios que pueden durar desde minutos hasta horas.
En los últimos años, el creciente interés de la comunidad médica y de la población general por esta condición ha impulsado la realización de nuevos estudios enfocados en entender mejor la patología. En este contexto, María D. Villar Martínez y Peter J. Goadsby llevaron a cabo una reciente revisión, publicada a mediados de 2024, en la que analizaron estudios previos sobre migraña vestibular y presentaron los datos más relevantes y actualizados sobre esta enfermedad.
Se estima que la migraña vestibular es la segunda causa más común de mareo, con una prevalencia aproximada del 3% en la población general. Investigaciones recientes sugieren que entre el 7% y el 16% de los pacientes que acuden a clínicas de neurología o neuro-otología padecen esta condición. Además, entre los pacientes con migraña crónica, hasta el 60% podrían cumplir con los criterios de diagnóstico de migraña vestibular, cifra que aumenta al 73% en aquellos que experimentan aura.
Uno de los mayores retos asociados a la migraña vestibular es su diagnóstico. A diferencia de otros tipos de migraña, los episodios de migraña vestibular pueden presentarse sin el característico dolor de cabeza, lo que genera confusión tanto en pacientes como en profesionales sanitarios. En muchos casos, el mareo es el único síntoma, lo que lleva a algunos pacientes a cuestionar el diagnóstico y, como resultado, a disminuir su adherencia al tratamiento. Este problema se agrava debido a las descripciones inusuales que los pacientes suelen hacer de sus mareos, empleando expresiones como “pisar un agujero” o “estar dentro de un barril” en lugar de describir el clásico “la habitación girando”. Estas explicaciones pueden confundir al médico y generar frustración en el paciente, que se siente incomprendido.
Otro aspecto relevante de la migraña vestibular es su relación con los cambios hormonales, especialmente en mujeres. Durante la perimenopausia, se ha observado que el típico dolor de cabeza de la migraña puede desaparecer, siendo reemplazado por síntomas vestibulares. Aunque esta evolución parece estar vinculada a las fluctuaciones hormonales, la falta de estudios específicos en mujeres premenopáusicas dificulta la obtención de conclusiones claras.
La alta prevalencia de migraña vestibular en consultas especializadas y su estrecha asociación con la migraña clásica subrayan la necesidad de una mayor concienciación y formación entre los profesionales sanitarios. Aunque los avances en su comprensión han sido significativos en los últimos años, todavía quedan muchas áreas por explorar. Incrementar los esfuerzos en investigación será fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes padecen migraña vestibular.
FUENTE:
- Villar, M., Goadsby, P. (Junio 2024). Vestibular migraine: an update. En Current Opinion In Neurology. https://www.co-neurology.com