¿Por qué tenemos sensibilidad a la luz durante la migraña?

por | May 30, 2025 | Actualidad Científica

La fotofobia es uno de los síntomas más frecuentes y molestos durante un ataque de migraña, pero aún se desconocen muchos de los mecanismos biológicos que la provocan. Entender qué procesos del cerebro están detrás de esta reacción de aversión a la luz podría ser clave en el desarrollo de nuevas formas de tratamiento.

Hasta ahora, se sabía que la molécula NEAT1 desempeñaba un papel importante en los procesos inflamatorios y en las respuestas al estrés dentro del sistema nervioso. Sin embargo, su implicación directa en los síntomas relacionados con la migraña, como la sensibilidad extrema a la luz o fotofobia, no había sido estudiada en profundidad.

En este contexto, un grupo de investigadores de Reino Unido, Australia y China han realizado un estudio que ha permitido saber más sobre este síntoma frecuente de la migraña. Publicada en The Journal of Headache and Pain, la investigación ha identificado la molécula NEAT1 como un posible elemento clave en la aparición de la fotofobia, al parecer por su implicación directa en la forma que el cerebro procesa el dolor durante las crisis de migraña.

Los investigadores diseñaron un experimento con ratones macho, a los que se les aplicó una sustancia que incrementaba su sensibilidad a la luz, simulando así los efectos de la migraña. Evaluaron su comportamiento registrando cuánto tiempo permanecían en áreas iluminadas en comparación con zonas oscuras.

Al observar el ganglio trigémino (parte del cerebro relacionada con la percepción del dolor), encontraron que los niveles de NEAT1 aumentaban notablemente durante los episodios de fotosensibilidad. Además, al reducir artificialmente la presencia de NEAT1 en los ratones, estos mostraban una menor molestia ante la luz. Este hecho demuestra que esta molécula tiene un papel activo en amplificar la sensibilidad lumínica.

También se observó que NEAT1 interactúa con otras moléculas del cerebro, en especial, con ciertos microARN que afectan al funcionamiento de un gen (Trpm3) vinculado a la producción de una proteína clave en la transmisión del dolor. Cuando los niveles de NEAT1 son elevados, alteran el equilibrio natural de esta proteína, lo que intensifica la respuesta del sistema nervioso a los estímulos luminosos, haciendo que la luz resulte dolorosa.

El bloqueo de NEAT1 o de la proteína relacionada con Trpm3 en los ratones logró reducir de forma significativa su sensibilidad a la luz. No obstante, los investigadores señalan una limitación importante en el estudio: las pruebas se realizaron únicamente en ratones macho, mientras que la migraña es una enfermedad más frecuente en mujeres. Por ello, será necesario seguir investigando para confirmar estos resultados en humanos.

Estos resultados aportan una nueva visión sobre uno de los síntomas más incapacitantes de la migraña y abren la puerta a un enfoque alternativo en el desarrollo de futuras vías terapéuticas a partir de la molécula NEAT1.

FUENTES:

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