La migraña crónica es una condición incapacitante que se caracteriza por la presencia de más de 15 días de cefalea al mes. Esta cantidad de días con dolor resalta la importancia de abordarla con tratamientos preventivos eficaces, en lugar de depender únicamente de soluciones agudas para aliviar los síntomas.
En este contexto, el ácido eicosapentaenoico (EPA), un ácido graso presente en pescados como el salmón y la sardina, ha sido objeto de estudio por sus propiedades antinflamatorias y su posible eficacia en el tratamiento de la migraña crónica. Cabe destacar que el EPA es un componente fundamental del Omega 3.
Un estudio publicado en The Journal of Head and Face Pain tuvo como objetivo evaluar la eficacia de la suplementación diaria de 2000 mg de EPA en personas con migraña crónica. Para ello, se diseñó un estudio en el que participaron 56 personas diagnosticadas de migraña crónica, de las cuales el 84% eran mujeres. Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno de ellos recibió EPA además de su tratamiento habitual, mientras que el otro grupo recibió un placebo también acompañado de su tratamiento habitual. Al grupo EPA, se le administró 1000 mg de EPA dos veces al día durante un periodo de 8 semanas, mientras que el grupo de control tomó dos capsulas de placebo al día.
Para evaluar el impacto de la migraña en la vida diaria de los pacientes, se utilizó el Headache Impact Test-6 (HIT-6), una herramienta validada en la que las puntuaciones más altas reflejan un mayor impacto de la migraña y otros tipos de dolor de cabeza en la vida diaria de una persona.
A lo largo del estudio, se registraron los síntomas de los pacientes en dos momentos clave: a las 4 semanas (mitad del estudio) y a las 8 semanas (final del estudio). Al inicio del estudio, los resultados no mostraron diferencias significativas entre ambos grupos, lo que indicaba que la migraña afectaba de manera similar a todos los participantes. Sin embargo, tras 8 semanas de tratamiento, los datos revelaron que el grupo que recibió EPA experimentó una reducción media de 6,96 puntos en su valoración del HIT-6, en comparación con una reducción de 4,43 puntos en el grupo placebo. Además, se observó una reducción significativa en la frecuencia de los ataques de migraña. Los participantes que tomaron EPA reportaron una disminución media de 9,76 días de cefalea al mes, mientras que aquellos en el grupo placebo informaron una reducción de 4,60 días. No obstante, en cuanto a la intensidad del dolor, no se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos.
Estos resultados respaldan el potencial del EPA como un tratamiento complementario para la migraña crónica. La administración diaria de 2000 mg de este ácido graso podría contribuir a reducir el número de días con migraña y mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad.
Cabe destacar que la muestra del estudio era pequeña, por lo que es necesario impulsar estudios con muestras más representativas y continuar investigando para comprender mejor el mecanismo de acción del EPA en la migraña y determinar su efectividad a largo plazo.
Desde AEMICE, recordamos la importancia de consultar con un profesional sanitario antes de iniciar cualquier tratamiento complementario, para asegurar su adecuación a cada caso particular.
FUENTE:
- Mohammadnezhad, G., Assarzadegan, F., Koosha, M., Esmaily, H. (2024, 2 septiembre). Eicosapentaenoic acid versus placebo as adjunctive therapy in chronic migraine: A randomized controlled trial. Headache The Journal of Head and Face Pain. https://doi.org/10.1111/head.14808