Cómo diferenciar una cefalea tensional de una migraña

por | Abr 28, 2023 | Estilo y Calidad de Vida

El dolor de cabeza es uno de los motivos más frecuentes de consulta, ya que afecta a un 89% de la población masculina y un 99% de la femenina. Actualmente, existen más de 200 tipos de cefaleas diferentes con características y tratamientos distintos. Aunque sea fundamental identificar el tipo, uno de los grandes problemas que nos encontramos es el diagnóstico erróneo de la migraña y la cefalea tensional. Pero ¿cómo las podemos diferenciar?

Por un lado, la cefalea tensional es el dolor de cabeza más frecuente en la población general que, normalmente, se produce a consecuencia de contracturas graves, exceso de estrés y falta de sueño. Esta enfermedad empieza con molestias en la parte posterior de la cabeza y se extiende hacia la parte frontal, afectando en muchos casos a ambos lados de la cabeza. Quienes padecen esta cefalea suelen describirla como una sensación de presión, como una banda apretada. A diferencia de otros tipos de cefalea, como la migraña, la cefalea tensional generalmente no se acompaña de náuseas o sensibilidad al ruido.

Según los expertos, generalmente, las personas que tienen cefalea tensional no requieren una ayuda médica como ocurre con otras cefaleas primarias, porque es un dolor más fácil de controlar. La excepción se produce cuando este dolor de cabeza tensional se vuelve muy frecuente, entonces puede requerir atención médica.

Por otro lado, la migraña es una cefalea primaria caracterizada por un dolor de cabeza que puede durar entre 4 y 72 horas y se localiza en un lado de la cabeza. Este dolor que se describe como un latido de pulsación, que puede acompañarse de náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz y al ruido, así como empeorar con la actividad física y el movimiento. Actualmente, existen dos tipos de migraña: con aura y sin aura, cuya diferencia es que en el primer tipo los pacientes pueden experimentar problemas de vista, sensitivos, hormigueos o dificultades para comprender y articular palabras, además del dolor de cabeza.

Los expertos explican que además la migraña se manifiesta en diferentes fases. Antes de que aparezca el dolor migrañoso, los pacientes pueden experimentar sensaciones prodrómicas (previas a la crisis), como bostezos o antojos por alimentos dulces o salados, que responden a la activación del hipotálamo. Posteriormente, otras áreas del cerebro, como la corteza visual, se activan y pueden generar otros síntomas, como auras, que afectan hasta un tercio de los pacientes con migraña. Seguidamente, empieza la fase del dolor que es donde se activan diversas estructuras cerebrales, incluyendo los núcleos del tronco del cerebro y áreas más profundas como el tálamo o la corteza límbica, que influyen en la experiencia del dolor. Aquí es cuando el paciente tiene mucha cefalea y puede experimentar dolor intenso, náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al ruido. Finalmente, después de esta fase, el cerebro entra en una etapa de agotamiento conocida como resaca de la migraña.

En conclusión, es importante diferenciar la migraña y la cefalea tensional, ya que tienen características distintas y requieren tratamientos diferentes. Ambas son consideradas los dolores de cabeza más comunes en la población, causando en ella una gran discapacidad. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), la migraña afecta a un 12% de la población y la cefalea tensional a un 70%. Por ello, es fundamental estar informados, conocer los síntomas y acudir al médico si el dolor incapacita, le impide hacer vida normal y es muy frecuente, para conseguir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Fuentes:

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/lavozdelasalud/enfermedades/2023/04/18/dolor-cabeza-cefalea-tensional-migrana/00031681815579060345675.htm