Una nueva mirada a la migraña

por | May 30, 2025 | Actualidad

Durante años, la migraña ha sido subestimada. Se ha asociado simplemente con un fuerte dolor de cabeza, sin comprender del todo la complejidad de esta enfermedad neurológica. Pero la ciencia ha avanzado, y hoy sabemos que la migraña es mucho más que eso. Afecta a cerca de 1.000 millones de personas en todo el mundo y puede llegar a ser una enfermedad muy incapacitante.

La migraña no se limita al dolor en un lado de la cabeza. Muchas personas experimentan náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz, al sonido, fatiga extrema y alteraciones cognitivas como dificultad para concentrarse o expresarse. Para quienes la padecen de forma frecuente o crónica, impacta profundamente en su vida diaria, su trabajo, su vida social y emocional.

El valor de la investigación

En los últimos años, se han desarrollado nuevos tratamientos que suponen un gran avance para muchas personas. Es el caso de los fármacos dirigidos contra el CGRP (un péptido implicado en la transmisión del dolor de la migraña), disponibles tanto en forma de anticuerpos monoclonales como en comprimidos orales. Estos tratamientos no curan la migraña, pero ayudan a reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques en un buen número de pacientes.

Nuevas investigaciones con técnicas de neuroimagen han permitido observar cómo cambia la actividad cerebral antes y durante un ataque. Se ha descubierto que regiones como el hipotálamo y el sistema límbico —áreas implicadas en la regulación del sueño, el estrés, el apetito o las emociones— desempeñan un papel clave en la migraña.

De hecho, los estudios muestran que antes de que aparezca el dolor, ya se producen alteraciones en la conectividad del hipotálamo con otras zonas del cerebro. Esto puede explicar síntomas previos al ataque, como bostezos, antojos, cambios de humor o sensibilidad sensorial.

Factores que desencadenan ataques

Aunque muchas personas creen que los ataques de migraña se deben a factores como ciertos alimentos, el clima o el estrés, la realidad es más compleja. Los expertos explican que no es un único desencadenante lo que provoca la crisis, sino una suma de factores que, al acumularse, superan el «umbral de migraña» de cada persona.

Por eso, dormir mal, comer de forma irregular, el estrés emocional o los cambios hormonales no causan por sí solos una crisis, pero sí pueden ser el detonante si el cerebro ya está sensibilizado.

Los nuevos descubrimientos nos invitan a entender la migraña como una condición que afecta a todo el organismo y que requiere un enfoque integral. No basta con aliviar el dolor: es fundamental cuidar el estilo de vida, manejar el estrés, mantener rutinas estables y, por supuesto, contar con un seguimiento médico adecuado.

En palabras de los expertos: “Necesitamos dejar de pensar en la migraña solo como un dolor de cabeza y empezar a verla como una enfermedad del sistema nervioso en su conjunto”.

Para las personas con migraña, esta nueva mirada abre la puerta a una mayor comprensión, mejores tratamientos y, sobre todo, más esperanza.

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