La cefalea en racimos, también conocida como “cefalea suicida” debido a la intensidad extrema de su dolor, es una de las cefaleas primarias más incapacitantes. De hecho, algunos especialistas en neurología la destacan, junto a la neuralgia del trigémino, como una de las condiciones que producen mayor dolor en el ámbito neurológico.
Esta enfermedad, como muchas otras de origen neurológico, no tiene cura. Los pacientes se ven obligados a llevar un tratamiento paliativo de por vida para intentar controlar los síntomas. La mayoría de los afectados describe el dolor como una “sensación de quemazón interna”, “algo que pincha y desgarra desde dentro”. Este dolor constante y debilitante afecta profundamente la vida de quienes lo padecen. En muchos casos, ante el impacto del dolor, los pacientes suelen pensar inicialmente en diagnósticos graves, como tumores cerebrales, pero las pruebas médicas suelen descartar esta causa. A pesar de su gravedad, el diagnóstico de la cefalea en racimos suele sufrir una gran demora, ya que no es una enfermedad de fácil identificación.
Actualmente, la información sobre las causas y consecuencias de esta enfermedad sigue siendo limitada. Sin embargo, se han asociado sus causas con ciertos factores de riesgo y hábitos poco saludables. En cuanto a sus consecuencias, un reciente estudio ha analizado si esta enfermedad tiene algún impacto en la esperanza de vida de quienes la padecen.
Este estudio revisó las causas y edades de fallecimiento de individuos diagnosticados con cefalea en racimos desde enero de 1984. Excluyó a aquellos pacientes recién diagnosticados (con menos de un año de seguimiento) y a aquellos que ya padecían enfermedades cardiovasculares o algún tipo de cáncer en el momento del diagnóstico.
Para evaluar la morbilidad y mortalidad asociadas a esta patología, se calcularon los años de vida potencialmente perdidos, comparando la edad de fallecimiento de los pacientes con la esperanza de vida estimada en función del sexo y el año de la muerte. Asimismo, se realizó un análisis descriptivo y comparativo de las principales causas de muerte, factores de riesgo y hábitos tóxicos.
En total, se incluyeron 152 individuos en el estudio, de los cuales 25 fallecieron. Entre ellos, 21 murieron antes de la edad esperada, con un promedio de 9,14 años de vida potencialmente perdidos. La causa principal de muerte en estos pacientes fue el cáncer.
Aunque este estudio es preliminar, entre los principales factores de riesgo de mortalidad en estos pacientes destacan el tabaquismo y el consumo de alcohol, lo que aumenta la probabilidad de sufrir un cáncer. Esto subraya la necesidad de implementar estrategias de prevención y concienciación sobre hábitos saludables en el tratamiento de esta enfermedad.
FUENTES:
- Madera, J., Pascual, J., Pérez-Pereda, S., Muñoz, P., González-Quintanilla, V. (2024, 18 de octubre). Cluster Headache Decreases Life Expectancy: A Longitudinal Assessment During 40 Years in a Headache Clinic Cohort. Acta Neurologica Scandinavica. https://doi.org/10.1155/2024/3313195
- Lois Balado (2024, 26 de octubre). Ángel Cobos, paciente de cefalea en racimos: <En las semanas más críticas, si llego a tener un revólver me hubiese pegado un tiro>. La Voz de Galicia. https://www.lavozdegalicia.es/noticia/lavozdelasalud/enfermedades/2024/10/25/angel-cobos-paciente-cefalea-racimos-semanas-criticas-llego-tener-revolver-me-hubiese-pegado-tiro/00031729864263822530885.htm