Es frecuente que las personas con migraña a las que les gusta el deporte pregunten a su médico si el deporte que practican está contraindicado para la migraña. La migraña puede desencadenarse por múltiples factores y el ejercicio físico puede ser uno ellos. Si bien es cierto, la intensidad del ejercicio físico o la forma física del paciente pueden ser factores condicionantes.
En general, los expertos recomiendan evitar el ejercicio físico de alta intensidad y mantener una buena hidratación durante la práctica del ejercicio. Cada caso es distinto. Depende de la forma física de cada paciente. Por ello lo que a un paciente le puede parecer un ejercicio extenuante a otro le puede parecer de baja intensidad. Por eso es importante que el propio paciente observe en qué condiciones se desencadena una crisis, para tratar de evitarlas.
La clave es encontrar la intensidad del ejercicio ideal para cada uno. A medida que la persona mejora su estado de forma física y controla los posibles desencadenantes la probabilidad de tener una crisis a causa del ejercicio será menor.
Además, la actividad física regular proporciona múltiples beneficios para la salud. De la misma manera que el ejercicio físico intenso puede desencadenar una crisis, la actividad física regular puede protegernos y reducir el número de crisis de migraña.
Si queremos empezar a practicar ejercicio los expertos recomiendan un ejercicio físico aeróbico de intensidad leve-moderada (bicicleta estática, caminar deprisa o correr), aproximadamente entre 20 y 45 minutos de 3 a 5 veces a la semana.
Fuente: Saber Vivir