¿Cuánto de genética hay en la migraña?

por | Jun 30, 2022 | Actualidad Científica

En febrero de 2022, un consorcio de científicos de origen europeo, australiano y norteamericano publicó, en Nature Genetics, el mayor estudio genético sobre migraña realizado hasta la fecha. Hasta ahora, se habían realizado algunos estudios que demostraban la predisposición genética de las personas a sufrir migrañas, pero estos estudios no concluían si había antecedentes genéticos similares entre los principales tipos de migraña: la migraña con aura (que afecta a diferentes sentidos) y la migraña sin aura.

Este estudio incluía 102.000 pacientes con migraña y 770.000 casos de control, y ha permitido identificar 123 locus o regiones genéticas (es decir, lugares donde se ubican los genes en los cromosomas), de los cuales 86 eran desconocidos hasta la realización del estudio.

Las regiones genéticas identificadas permiten evaluar los componentes genéticos comunes y distintos entre los dos principales subtipos de migraña: la migraña con aura y la migraña sin aura. En concreto, se han identificado tres variantes de riesgo específicas para la migraña con aura, dos variantes específicas para la migraña sin aura, y nueve que incrementan la predisposición genética para la migraña, independientemente del tipo.

Entre estas regiones genéticas recientemente identificadas, hay dos que destacan porque indican la dirección que los investigadores tienen que seguir para la elección de los medicamentos para el tratamiento de la migraña. Por un lado, la que contiene los genes (CALCA/CALCB), relacionados con una molécula implicada en los ataques de migraña y que se bloquea con los nuevos medicamentos inhibidores del CGRP. Por otro lado, la región que contiene el gen HTR1F, que codifica la serotonina y que es también objetivo en los medicamentos para la migraña desarrollados últimamente.

Finalmente, cabe destacar que los resultados del estudio mencionado respaldan la teoría de que la migraña está provocada por factores genéticos tanto neuronales como vasculares, por lo que se refuerza la hipótesis de que la migraña es un trastorno neurovascular.

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