Para muchas personas, convivir con migraña significa aprender a moverse entre luces que deslumbran, ruidos que incomodan y olores que resultan insoportables. Pero la realidad es que esta enfermedad neurológica va mucho más allá del dolor de cabeza: puede alterar la forma en que el cerebro procesa la información sensorial, provocando molestias que se extienden incluso en días sin crisis. En esos momentos “entre ataques” (también llamados interictales), algunas personas siguen notando una gran sensibilidad a los estímulos del entorno o incluso experimentan mareos y sensación de inestabilidad. ¿Qué relación existe entre estas manifestaciones aparentemente distintas?
Un grupo de investigadores españoles ha explorado precisamente esta asociación en un estudio publicado en la revista Brain and Behavior. Su objetivo fue analizar si las sensibilidades sensoriales que persisten entre los episodios de migraña —como la fotofobia (molestia a la luz), la fonofobia (al ruido) o la osmofobia (a los olores)— guardan relación con los síntomas vestibulares, es decir, aquellos que afectan al equilibrio, como el mareo o el vértigo.
El trabajo se llevó a cabo con 274 personas con migraña atendidas en la Unidad de Cefaleas del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Los investigadores recopilaron información sobre la presencia de sensibilidades sensoriales tanto durante como entre los ataques, así como sobre la aparición de mareos o vértigos y el impacto que estos tenían en la vida cotidiana.
Los resultados indicaron que tanto las sensibilidades interictales (entre ataques) como los síntomas vestibulares son muy frecuentes en las personas con migraña. Cerca de una cuarta parte de los participantes reportó fotofobia, fonofobia u osmofobia incluso fuera de los ataques, mientras que más de la mitad afirmó experimentar mareos y en torno al 44 % mencionó episodios de vértigo. Pero lo más destacable fue la relación entre ambos tipos de síntomas: quienes mostraban sensibilidades sensoriales tenían una probabilidad significativamente mayor de sufrir mareos o vértigo, y además presentaban mayor nivel de discapacidad asociada a estos síntomas.
Los análisis estadísticos confirmaron que cuantos más tipos de sensibilidad presentaba una persona, más alto era el riesgo de padecer síntomas vestibulares. Además, se observó que tener una migraña más frecuente —con más de 15 días de dolor al mes— o síntomas acompañantes como las náuseas también aumentaba esa probabilidad.
Estos resultados refuerzan la idea de que la migraña no debe entenderse solo como un dolor de cabeza intenso, sino como una condición neurológica compleja que involucra múltiples sistemas sensoriales. Es posible que las áreas del cerebro encargadas de procesar la luz, el sonido o el olor estén conectadas con las que regulan el equilibrio y la orientación espacial, lo que explicaría por qué algunas personas con migraña se sienten desorientadas o mareadas incluso en ausencia de crisis.
Aunque este estudio no permite establecer si una alteración provoca a la otra o si ambas comparten un mismo origen, sus resultados ponen de manifiesto la importancia de considerar todos los síntomas que acompañan a la migraña, incluso aquellos que a menudo pasan desapercibidos. Los profesionales sanitarios pueden obtener una visión más completa del impacto real de la enfermedad si preguntan por estas molestias durante la evaluación, y adaptar mejor los tratamientos y las recomendaciones al día a día de cada persona.
Por todo ello, comprender que la migraña puede afectar a la vista, al oído, al olfato o al equilibrio permite avanzar hacia una atención más personalizada y empática. La sensibilidad a la luz o el ruido, el mareo o el vértigo no son simples molestias añadidas: forman parte de la misma realidad neurológica que experimentan quienes viven con esta enfermedad.
En AEMICE seguimos trabajando para visibilizar todas estas manifestaciones y promover un abordaje integral que contemple la migraña en toda su complejidad.
FUENTE: Jaimes, A., Rodríguez, J., Pajares, O., Gómez, A., Porta, J. (2025, 20 octubre). Association Between Interictal Sensory Hypersensitivities and Vestibular Symptoms in Migraine: A Cross‐Sectional Study. Brain And Behavior. https://doi.org/10.1002/brb3.70874
