El pasado 21 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Cefalea en Racimos, una de las enfermedades más dolorosas que existen. Se trata de un trastorno neurológico que provoca episodios de dolor intenso y punzante en un lado de la cabeza, generalmente alrededor del ojo, acompañado de síntomas como enrojecimiento ocular, lagrimeo e hinchazón. Su impacto en la calidad de vida de quienes la padecen es enorme, ya que los ataques pueden repetirse varias veces al día durante semanas o incluso meses.
Desde AEMICE nos sumamos a la campaña internacional #LOOKINTHEEYES (#MIRAALOSOJOS), promovida por la European Migraine & Headache Alliance (EMHA), con el objetivo de visibilizar esta enfermedad y concienciar sobre la realidad de quienes viven con ella. En España, alrededor de 50.000 personas padecen cefalea en racimos, de las cuales un 20% la sufre de forma crónica.
Uno de los grandes desafíos de esta enfermedad es el diagnóstico. A pesar de que la cefalea en racimos tiene características específicas que deberían facilitar su identificación, sigue siendo una de las cefaleas más infradiagnosticadas. Más del 57% de los pacientes recibe un diagnóstico inicial erróneo, lo que retrasa el acceso a tratamientos efectivos. En algunos casos, el tiempo hasta obtener un diagnóstico correcto puede superar los tres años. Este retraso se debe tanto a la tardanza de los propios pacientes en consultar por sus síntomas como a la confusión con otras afecciones oftalmológicas, auditivas o dentales, así como con otras cefaleas más comunes, como la migraña o la cefalea tensional.
A través de esta campaña, en AEMICE hemos querido difundir información clave en nuestras redes sociales con el propósito de sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad. También hemos dado voz a quienes la padecen, invitándolos a compartir sus testimonios, reflejando así su vida diaria. Estas acciones no solo buscan generar conciencia, sino también fomentar la empatía y el reconocimiento de una enfermedad que, a pesar de su gravedad, sigue siendo poco comprendida.
Es fundamental seguir visibilizando la cefalea en racimos para mejorar su diagnóstico y tratamiento. La falta de información y el desconocimiento generalizado dificultan la identificación de la enfermedad y limitan las opciones de quienes la padecen. Aumentar la comprensión social no solo favorecerá un mejor abordaje sanitario, sino que también contribuirá a que los pacientes reciban el apoyo y la atención que necesitan.